Querida amiga novia, sabemos cómo de importantes son para vosotras los votos nupciales y que os gustaría ser originales. Si eres de esas novias que les gusta romper con los estereotipos y las convenciones, ¿qué mejor forma de ser original que escribirle una carta o un texto desde el corazón a vuestro futuro marido en la que le expreséis todo lo especial que os hace sentir? Si no eres una novia tradicional y eres de las que les gusta expresar las cosas a su modo, no lo dudes, ¡hazlo!
Por si quieres ir inspirándote, os dejamos por aquí con todo nuestro cariño los votos que una de nuestras colaboradoras escribió para su boda.
¡Compartir es vivir queridas!
“Debería dormir… Debería estar dormida, pero hoy quiero ver amanecer. Supongo que necesito rememorar esos momentos en los que nos hemos dormido al amanecer. Desafiando a la noche. Buscándole las cosquillas a la madrugada. Y esta noche aquí estoy, escribiéndote estas palabras.
Intento no sentir frío, pero es que esta parte de sábana que me dejas es cada vez más y más pequeña. Tampoco ayuda que el otoño esté a la vuelta de la esquina, justo en el borde de tu calle. Siento escalofríos y espero que el invierno no me pille sin tu abrigo… Porque de la misma forma que hoy estás, dejas de hacerlo y mi cama se entristece… Ya sabes el motivo.
Eres como un libro que no me canso de leer. Te leo y te vuelvo a leer tantas veces que desgasto tus palabras, cuarteo tus bordes y acabas agotado, desnudo, durmiendo con la sonrisa puesta. No sé cuánto tiempo ha pasado desde la primera vez que franqueé tus páginas y nos quedamos mirándonos. Nos daba pena terminarnos. Con el tiempo descubrí que podía volver a leerte como una frase escrita con permanente en la piel (a las tantas de la madrugada) y me embriagué.
Me enternece saber que tienes dos almas y menos mal que las rutinas que me regalas son tan placenteras, así es fácil devolverlas. Y cuando hay sorpresas… Tú dame sorpresas de sorpresas y quizá ambos nos sorprendamos. Tócame todas las fibras con la misma intensidad que… bueno, ya sabes de qué intensidad te hablo... El querer es que es un demonio y míranos ahora, que no sabemos vivir sin él y no hay día que no queramos jugar.
El amor es para los conformistas. Lo nuestro no es amor, es poesía. Magia. Lo nuestro son miradas, son epígrafes e ilustraciones, sorpresas, grandezas, minúsculas motas de polvo en la camisa… Es que esto no es una palabra, ni dos, ni tres, ni miles… Son millones. Son acciones cotidianas. Es vivir al borde del abismo con la curiosidad de tirarte y volar. Y escuchar. Lo nuestro, que no es tuyo ni mío, es inmenso. Es un algo sin medida, sin tiempo. No tiene palabras. No las voy a inventar, ni lo voy a escribir. Lo nuestro es nuestro y nadie más merece este secreto.
Me enfrento a una incógnita a la que quiero hacerle el amor todos los días del resto de mi vida.”