Ya tienes fecha para dar el «sí, quiero» y estás a tope con los preparativos. Tienes claro el tipo de vestido que lucirás para verte divine. Has reunido en tu tablero de Pinterest todas las ideas de decoración con las que estás in love… Incluso has comenzado a hacer la lista de invitados. ¡Bien por ti! Pero aún no te decides sobre el tipo de ceremonia que más te convence.
¡No te preocupes, princess! En este post descubrirás las ventajas y desventajas de elegir una ceremonia civil o una ceremonia religiosa. Así sabrás cuál es la que mejor encaja contigo.
¿Por qué elegir una ceremonia religiosa?
Si eres religiosa, seguro que barajas casarte ante Dios y todo un séquito de santos que te contemplen desde el altar. ¡Estarás súper happy sabiendo que recibes las bendiciones de unirte en sagrado matrimonio!
Puedes celebrar tu bodorrio en una catedral que sea una auténtica obra de arte de la arquitectura medieval, o en una coqueta ermita propia de un cuento de hadas. ¡Las fotos serán una auténtica pasada, dignas de salir en las páginas del Hola!
Sin embargo, las ceremonias de este tipo pueden resultarte un tanto encorsetadas, porque no te suelen dar opción a salirte de un guion prefijado por los siglos de los siglos. Quien las oficia es siempre un sacerdote, por lo que tampoco puedes introducir variaciones en este aspecto, y las lecturas que se lleven a cabo serán siempre bíblicas.
Foto @diezbordons Vía @algonuevoprestadoyazul
Además, para poder casarte tendrás que acudir a cursos prematrimoniales, ¡así que ve reservando espacio en tu agenda! Por muy apretada que esté, tu pareja y tú deberéis sacar tiempo y demostrar que sois un auténtico team.
Otro inconveniente, además del de casarte obligatoriamente en sábado, es que tendrás que apuntarte con bastante antelación. No es una exageración: los templos acostumbran a tener una lista de espera más larga que las cajas de un centro comercial en rebajas.
Pros y contras de una ceremonia civil
La civil es la ceremonia ideal si quieres que esta se adapte por completo a tu estilo. La libertad es su máxima característica: podrás poner toda tu creatividad en el asador a la hora de elegir el escenario, quién se ocupará de oficiarla, qué invitados tendrán la oportunidad de intervenir, etcétera.
En este caso, ¡tú escribirás el guion de principio a fin para ser la prota! Disfrutarás ideando cada detalle… Y las posibilidades son infinitas, darling. Desde las canciones que sonarán recordando vuestra love story a los ritos más simbólicos que deseéis introducir, pasando por soltar farolillos orientales de papel —o cualquier tradición propias de otros países— y propuestas de lo más alocadas, como una celebración ibicenca en la playa o un enlace ambientado en tu película favorita. ¡Será brutal!
Esa infinidad de posibilidades a tu alcance, para diseñar el día más feliz de tu vida de manera completamente personalizada, es su principal ventaja… Pero también puede suponer el mayor inconveniente. ¿Que cómo es posible? Pues porque deberás invertir infinidad de tiempo y trabajo en seleccionar entre esas opciones las que mejor encajen en tu fiestón. ¡Coge papel y boli para empezar a planear el sarao como un estratega se prepara para su mayor batalla!
Foto @kiwo_estudio Vía @algonuevoprestadoyazul
Y no olvides apuntar en esa lista, echar mano de una de las cajas para novias de Ellahbox. Te permitirán lucir radiante en tu gran día gracias a los productos que contienen. ¡Se trata de auténticos cofres del tesoro!
Ahora que conoces los pros y contras de la ceremonia civil y la ceremonia religiosa, decántate por la que más se adapte a tu boda soñada. Escojas la que escojas, lo importante es que estés con los tuyos, lo pases en grande, tu celebración sea mega chic y tú luzcas de infarto. Ohh yessss!